Problemas de adolescentes

Cada día hay más problemas con los adolescentes, apatía, frustración, malas formas, creerse con derecho a todo… y la mayoría de estos problemas tienen el mismo origen, una labor deficitaria de los padres, basada en creencias erróneas (son todavía pequeños, están cansados, anda ya lo hago yo, que no tenga una vida tan dura como la que tuve con mis padres, ya tendrá tiempo de sufrir…)

Grave error, no es cuestión de que sufran, no hay que fastidiarlos, solo es educarlos a lo que les espera, el mundo real, sin tantas ayudas, sin red, en la mayoría de los casos. Es educar en la autosuficiencia, los valores, saber encajar las situaciones adversas, aprender a vivir.

Hay niños con 12 años que todavía sus padres los limpian cuando van al baño, otros que no hacen la cama, ni colaboran en las tareas de la casa, no quieren cocinar nada sencillo, no van solos a clases, estando cerca de casa… no les ayudamos, los hacemos más dependientes, le enviamos mensajes de que no son capaces, que no saben. Y después queremos que hagan cosas por sí mismos.

Me comentan en consulta, mi hermano con 21 años, al levantarse a las 12:00 del mediodía le pide a mi madre que le haga el desayuno… ella se enfada muchísimo, le echa la típica regañina; para acabar diciendo, cariño, ¿de qué quieres la tostada? O la madre que se levanta para hacerle el desayuno y prepararle un bocata a su hija que se va a la Universidad, mientras la hija espera en el comedor con el móvil. O el padre que se pone junto a su hijo para que realice la tarea, es que si no me pongo con él no hace nada, ¿qué hago?

De poco sirven las regañinas, los sermones; si después hacemos lo contrario.

Cariño, yo te quiero muchísimo, pero ha llegado un momento que eres tú el que tienes que realizar ciertas cosas, igual ahora no lo entiendas, pero con el paso del tiempo seguro que sí. A partir de ahora, te vas a levantar 10 minutos antes, te vas a preparar el desayuno y el bocata, de camino a la Universidad ya tendrás tiempo de ojear el móvil.

Al principio se producirá tensión, protestas, malas caras, pero a medio plazo generará bienestar en ambas partes.

Lo único que debemos de hacer es explicar los cambios, las consecuencias y llevarlas a cabo. Puede parecer muy difícil, pero en realidad no lo es tanto. Paciencia y constancia son las claves, además de eliminar ciertos prejuicios y miedos (es muy pequeño, no sabe, y si le pasa algo…)

Eso sí, como consejo, cuanto antes se comience mucho mejor, los resultados serán más favorables y el cambio más gradual y menos costoso.

La mayoría de los problemas de los adolescentes, provienen de los errores en la educación de los padres.