Problemas de conducta

Las rabietas suelen desencadenarse por el deseo del menor de algo y por la negativa o imposibilidad de alcanzar dicho deseo.

¿Qué pasa?

.. en problemas de conducta

Desde muy temprana edad los menores comienzan a reivindicar su espacio, sus deseos y tratan de hacer valer su opinión frente a los adultos, fundamentalmente los padres. Los menores desean la gratificación lo más inmediata posible y en ocasiones los propios padres ceden por evitar “espectáculos” lo que enseña a los niños cómo, cuándo y dónde deben reclamar nuestra atención y cuándo, cómo y dónde la van a recibir, aunque la reclamen de forma inadecuada.

La rabieta se puede desarrollar por un no, por un cambio de actividad o por el establecimiento de nuevas normas. Puede que el menor no esté conforme con la decisión de sus padres lo que indudablemente le provocará malestar. Pero los niños son saben expresar estas emociones, no saben identificarlas y actuar para ponerlo en conocimiento de sus padres, simplemente, expresan su rabia con llanto, gritos…

Trabajar estos aspectos supone que los padres puedan acceder al mundo emocional de sus hijos, les enseñen a conocer las emociones, identificarlas y poder expresarlas de forma adecuada sin necesidad de provocar una rabieta. El trabajo en este sentido será satisfactorio para el bienestar emocional tanto de los padres como del menor.